Por Pepe Murciego (de La más bella), comisario de la exposición.
(…)
La historia de las revistas ensambladas corre paralela a las inquietudes
expresadas por los primeros movimientos de vanguardia, en un proceso en el que cabe señalar como punto de partida al libro ilustrado para más adelante detenernos en el libro objeto o libro de artista. Hoy en día ñas revistas ensambladas se dejan impregnar por toda un serie de mestizajes y nuevos modos de hacer una época marcada, desde los años 60 y 70 del siglo XX, por la búsqueda de espacios paralelos o diagonales. Las revistas ensambladas siguen la huella iniciada hace décadas por futuristas, dadaístas, constructivistas, surrealistas, letristas, concretistas, conceptualistas, mail-artistas, fluxistas, -incluso punks-. Ya no pueden
entenderse simplemente como espacios de divulgación e información, sino como verdaderos espacios de creación. (...)
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