La obra de David Carson o los experimentos de los diseñadores de Cranbrook o Emigre, buscaron provocar efectos de ruptura con la linealidad del texto verbal que comprometan al lector en un descubrimiento que lo implique en la materialidad de lo que lee, y esto le provoque respuestas emotivas. En primera instancia, el lector se aproxima al texto siguiendo la tradición occidental de leer de derecha a izquierda y de arriba abajo. A mitad de camino encuentra que cambiando el orden de la lectura, todo adquiere otro sentido. Ensuciar los mensajes, oponerse al concepto de eficacia, de lectura veloz, esa que alienta a la pereza intelectual contemporánea…
Carson, y también Neville Brody, convirtieron la lectura en una experiencia que revinculó el diseño con el arte.
Algunos de los procedimientos más reiterados:
- La tipografía invade zonas en las que la tipografía tradicional no incursionaría: márgenes, imágenes, fotografía.
- Mezcla y superposición de tipografía: cambios de familias y variables tipográficas, cuerpos, colores. Uso en una misma palabra de negritas y cursivas o de mayúsculas y minúsculas.
- Desproporciones en el tamaño de los tipos: o exagerados o ínfimos (casi ilegibles).
- Interletraje excesivo o negativo.
- Desajuste de la línea de apoyo de la las letras.
- Texto en color sobre fondo color con valores similares.
- Cajas de texto poligonales de diferentes formas.
- Bloques de texto girados o invertidos.
- Uso de signos de puntuación como corchetes, punto, etc. como recursos expresivos, no ortográficos.
- Uso estético y no textual de números.
- Textos con errores corregidos a mano.
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